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Las andanzas de Lu*

Palabras al Concluir el Año...

Palabras al Concluir el Año...

Es una costumbre mexicana planear los "propósitos de año nuevo". Se repasa lo que se logró y no, se hace una lista y, al menos en mi familia, se recitan después del brindis de bienvenida al nuevo año. Siempre es un listado de pendientes tan -cuasi cómicos- como la propia existencia...

1. "Dejar de fumar" (ese es siempre el primero y cada año se mantiene en primero).

2. "Bajar de peso y hacer ejercicio (sin comentarios).

3. "Buscar un mejor empleo o mantener el mismo" (el tema es ganar más dinero).

4. "Ser mejor persona, compartir más con la familia, viajar más, ser más tolerante" (y un sin número de bla's bla'a bla's).

 

Yo hoy me doy cuenta, y se lo comentaba recién a una amiga, que no sé un carajo de nada, que vivo en una profunda ignorancia y eso me saca de mis cabales, me angustia, me carcome la cabeza como una larva inquieta. La noche del 24, hablaba con mi esposo sobre la vida, los momentos, las batallas, la lucha por sobrevivir y la agonía de ser "diferente". Es un peso pesado cargar a cuestas al individuo, mantenerlo a flote aún en contra del propio mundo, se paga caro querer volar y mantener los sueños, el precio bien podría ser el desarraigo. No pertenecer a nada ni a nadie salvo a sí mismo; estar solo y desnudo frente al resto, presa fácil de las habladurías, la incomprensión y la soledad...

Hay tantas cosas que aún me faltan por hacer, millones de cosas que desconozco y me parece que nunca voy a conocer. Aprender es una espina clavada en mi alma; leer... leer y conocer a todos los autores, interpretar mi propia vida a través de la existencia de otros. "Consolar" mi conciencia mirando profundamente a mi alrededor. Tengo una cuenta pendiente conmigo misma, enorme, inmensa... Escribir algo que "valga la pena", pero para hace falta vivir! Necesito más experiencia, más conocimiento del mundo; saber jugar con fuego sin quemarme, navegar por infiernos y paraísos; indagar lo que soy, poniéndome a prueba una y otra vez.

No concibo una vida "cómoda", reniego de ella como reniego del cristo de la cruz ("no puedo cantar ni quiero a ese Jesús del madero, sino al que anduvo en la mar...") No sé si soy rebelde o un tanto estúpida al creer que puedo con todas las batallas; donde no las hay las busco y donde las hubo, las gané. ¿Afortunada? Si, soy afortunada, tengo la suerte de buscar y buscar lo que soy y quiero llegar a ser; tengo la gracia de no conformarme con cualquier cosa y desgranar una a una las amarras que la sociedad me quiere imponer.

Necesito, en realidad, muy pocas cosas para sentirme satisfecha. Volando bajo... si, me gusta volar bajo, pero por sobre todas las cosas me gusta volar. ¿Exito? Depende de cómo se mire, yo fuí educada para ser una "mujer exitosa" según los parámetros establecidos por mi propia sociedad. Mis padres me dieron de todo y hoy pareciese que fue en vano porque en la medida "social" del éxito: No lo he sido. No recibo aplausos, no viajo en automóviles de lujo, no tengo una casa formidable, ni un marido "guapísimo" y forrado en billetes.

Tengo libros, tengo fotos, tengo amigos, recuerdos, caminos y futuro; tengo el corazón colmado de amor, tengo un techo que llamo "hogar", un pequeño arbolito de navidad que me hace sentir bien, tengo un cuerpo junto al mío que cada noche me cobija con sus besos y me anima a caminar. Tengo ya la residencia!! No tengo trabajo, no tengo DNI, no tengo a mis padres y hermanos junto a mí. Tengo mails de los que han caminado a mi lado, tengo sueños y tengo fé. No tengo un hijo y ¡dios mío, cómo ansío tenerlo!

La certeza de nada y la incertidumdre del siempre y el jamás. La victoria de ayer y los planes del mañana. Pájaros en la cabeza que no me dejan "sentar cabeza". Millones de veces me pregunto ¿qué estoy haciendo? y ¿dónde estoy parada? Seguramente me hacen falta horas de terapia... Millones de veces me pregunto ¿soy feliz? Como si la felicidad dependiera de lo hecho y no de lo que hay por hacer. Si, creo que si soy feliz, creo que soy inmensamente feliz en mi pequeño universo, en ese donde no soy un títere manejado por vulgares titiriteros. Si, creo que si soy feliz, no tengo todo lo que quiero pero quiero.

No hace falta ser un genio para saber que para morir sólo hace falta un segundo y para vivir hace falta una eternidad. No tengo miedo a la muerte -al menos no a la mía- pero cuando hablo con ella, le digo "aún no es tiempo, demórate en llegar, por favor!". Soy una chica bien educada, con sólidos conceptos sobre el bien y el mal; sólidos conceptos sobre lo que "se dice" estar bien o mal. No prentendo sublimarme a través del sacrificio ¿para qué? Sin embargo acepto el sufrimiento lo mismo que la alegría por igual, en la justa medida de risas y llanto... Para conocer el uno, tienes que conocer el otro.

Escribo estas palabras el 28 de diciembre del 2007, día de los santos inocentes. Inocente quiero seguir siendo. Escribo desde Villa Mercedes pvcia de San Luis, Argentina. Escribo para exorcisarme de mis propios demonios. Para tratar de comprender, aunque sea un poco, mi camino. De dónde vengo, a dónde voy; quién he sido, quién soy y quién seré. Tengo un sólo propósito en mi vida: Vivir! Con o sin cigarrillo, gorda o flaca, inteligente o idiota, amada o cuestionada ¡Qué me importa! tengo 32 años y lo único que le pido a la vida es la mágica oportunidad de VIVIR.

Lu*

1 comentario

Sonia -

¡ Me emocioné! No lo había leído. Sí, no es fácil ser diferente, pero qué feliz que soy compartiendo el camino de ese modo con los hijos, mi esposo, mi familia y los amigos que tengo - que algunos compartimos- , los que tuve y tendré. Agradezco lo que tengo, al igual que vos.